lunes, 5 de marzo de 2007

Capítulo tres: Bernardo Sánchez must die

Bernardo Sánchez se convirtió en un enigma. Nomás Wendy vio que la cosa de matarlo iba en serio, evitó contestar las preguntas insistentes de Guadalupe. Como quien dice, le dio el avión. Pero Guadalupe sabía cosas. Sabía, incluso, el segundo apellido de Bernardo. Lo primero en su mente fue buscarlo en el directorio telefónico sin resultado alguno.
Bernardo era, a los ojos de Guadalupe, un rojillo trasnochado, seudointelectual, amante de la trova, bohemio a medias, chorero caeme bien, Che Guevara wannabe, Bomberito Juárez, dizque hippie, mil usos, politicoide, ombudsman de la vecindad del chavo y un montón de cosas más.
Ay sí, ay sí. Indiana, Indiana, repetía Guadalupe en la mente. Este güey se cree el Rambo de los Derechos Humanos. Pinche güey, dizque amigo del Mosh y del subcomandante Marcos. Ahora quesque libera ejidos, el pendejo.
Guadalupe sabía todo lo de Wendy. Desde, hoy conocí al amigo de Vicente que trabaja en una ONG proderechos humanos, y el fíjate que el amigo se llama Bernardo, hasta aquella oscura conversación, la del telefonazo a media noche que la chisqueó.
Desde el principio, Bernardo le cayó en el hígado. Primero, porque apoyaba la huelga de la UNAM, luego por socialista con celular y después porque resultó ser abogado, psicólogo, músico y poeta al mismo tiempo.
--- Es que la educación debe ser gratuita, Guadalupe.
--- ¡Deben ser gratuitas mis nalgas! Wendy, si es gratis de dónde saca dinero la escuela. El semestre en la UNAM estará como a cuarenta centavos, ¿qué no? Bueno, ponle que esté a peso. No te puedo creer que no haya gente que ni eso pueda pagar.
--- Sí puede, pero de gastar un peso en comida a gastarlo en la escuela, mejor en comida.
--- Pura selección natural, si puedes estudias, si no, no.
--- ¿Y por qué? ¿Quién te dice que ser pobre quiere decir que no puedas estudiar?
--- Es que no dijo que paguen mucho, pero que paguen algo. De veras, si no cómo le hace la escuela pa pintar, tener equipos. Por muy pública que sea, necesita pedir cuotas.
--- Entonces, no es democracia.
--- ¿Quién dice?
---Nadie tiene que decirme
--- Te dijo zapoteco man, ¿no?
--- Lo pienso yo
A mi amiga la cambiaron, pensaba Guadalupe. La está cambiando Indiana Jone's Menace.
La prolífica mente de Guadalupe ubicaba a Bernardo como un intento fallido de súper héroe. Imagen, cabe destacar, que la molestaba mucho.
Luego hallaba consuelo en lo pinche feo que debía ser. Nadie que se parezca a Benito Juárez puede ser guapo, decía. Y mejor se ponía a pensar en sus cosas.

3 comentarios:

MrH dijo...

corre Lupe, corre!!! no te dejes alcanzar!!!

...definitivamente Bernardo Sanchez must die, ansiaba ésta... y ya me estoy saboreando la siguiente entrega :D

Flor dijo...

me tenes atrapada.= un beso

saraccocus dijo...

¿qué más Cris, qué más?