Así tuvo a bien titular su autobiografía el reconocido filósofo popular Marco Antonio Muñiz y así, pese a las broncas legales, así precisamente es como quiero titular este pequeño pedazo de mi vida; esta mentirilla literaria muy necesaria para aplacar mis ansias protagónicas.
Pues bien, soy Criseida S o Criseida, así nomás, porque si se pudiera, mis padres me quitarían el apellido. Nací el 6 de mayo de 1978 en Monterrey, N.L. Ahí viví, casi toda mi vida, cociéndome en baño María.
Cursé y terminé los estudios pertinentes y en 2001 mis padres vieron por fin mi graduación y mi viaje a Las Cruces, NM. Me gradué de Letras Españolas en el Tec de Monterrey y ahí empezaron mis vergonzosos vicios masoquistas.
Viví durante dos años en Las Cruces. Cursé la maestría en español (M.A in Spanish) con especial énfasis en Creación Literaria. Mi couch principal fue Ricardo Aguilar, él llevó el seguimiento de mi tesis que fue una novela titulada "La novela ridícula de Albana". La pasé muy bien, viví sola al borde de la locura en un departamento de S. Chaparro St, cerca del Downtown. Pasaba la mayor parte del día en la escuela porque mi casa estaba llena de toda clase de alimañas desérticas. Luego, viví seis meses en un cuarto de hotel con mi querido amigo Ernesto; él se mudó a Boulder y yo renté un departamento por un año junto con Lucía, una francesa y una sueca. El mejor año en Las Cruces, sin duda. Viajaba casi cada fin de semana a Juárez; pretextos no faltaban.
Luego de mi graduación, me fui a vivir a la Ciudad de México con la firme idea de hacer algo como escritora. Anduve tocando puertas y tanteando el terreno; el gran problema que encontré fue a mí misma y creo que, a grandes rasgos, soy responsable de tanto estancamiento. Bueno, eso y que soy mujer y que estudié en el Tec y que soy lesbiana y que soy feminista y que escribo como me da la gana y que todos los proyectos que presento a las diferentes becas suenan a melodrama barato. Lo cual me va bien porque mi máximo deseo en la vida es escribir guiones para Televisa.
Me gusta escribir, sí. Me gustan los mundos imaginarios. Me gustan los mundos alternos. Y me gusta, pese a ser rutinaria, hacer cosa nuevas y divertidas.
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